La música del XIX un ámbar congelado
SI LA MÚSICA ES TIEMPO, LA MÚSICA DE NUESTRO PASADO ES TIEMPO CONGELADO EN EL TIEMPO, COMO EL ÁMBAR QUE CAPTURA LOS INSECTOS EN UN INSTANTE PRECISO. EN ESTA GALERÍA MUSICAL, LOS AUTORES NOS LLEVAN A CONOCER ALGUNAS MELODÍAS HISTÓRICASQUE SON VERDADERAS GEMAS DE ÁMBAR MEXICANO Y QUE SON RECUPERADAS EN EL CD QUE ACOMPAÑA ESTA EDICIÓN.
Ricardo Miranda
Vicente Quirarte
¿Podemos contentarnos con ver las bellas litografías que acompañaron las partituras impresas en el México de antaño?¿Acaso es la forma de las botellas o el diseño de las etiquetas lo que nos interesa al contemplar algún elíxir en los anaqueles?
En algún ensayo hemos comparado la música con el ámbar porque la música es una especie de tiempo congelado en el tiempo. Es un transcurso sonoro que ha quedado atrapado entre las pautas y al que podemos acceder tal y como lo hicieron en el pasado otras personas. Vivir un instante escuchando alguna pieza es transitar por el mismo tiempo musical por el que transitaron otros antes que nosotros. Si la música es tiempo, y si ese tiempo ha quedado, como los insectos, atrapado en el ámbar de la partitura, al destapar esas obras nos invade una especie de aroma sonoro, que sin duda nos remonta a un ámbito distinto y nos confronta con emociones y sentimientos que antaño supieron transformarse en esa misma música.
Las melodías que a continuación detallaremos remiten a personajes y hechos significativos de la historia de México. Destapar estas obras es oler la esencia sonora del pasado y es por ello queasí como habrá quienes propongan, a la luz de las celebraciones patrias, reflexionar sobre la historia desde un ángulo y otro, aquí proponemos valga la sinestesia- oler los sonidos de la historia; escuchar cómo determinados acontecimientos históricos -la muerte de Juárez o la lucha entre liberales y conservadores- quedaron atrapados en el ámbar del sonido. Las piezas de este programa y las viñetas históricas que a continuación ofrecemos quieren ser una invitación a imaginar, desde la música, la historia del crucial siglo XIX mexicano, con sus atribulados pasos y sus genuinos impulsos por lograr un país al que, en esencia, seguimos aspirando. Un último apunte relativo a la interpretación. Algunas de estas piezas fueron originalmente concebidas para ser tocadas por bandas de alientos. Pero de acuerdo con la práctica de la época, circularon ampliamente por los atriles de las casas en su versión para piano. Cuando no se contaba con grupos orquestales, la música se reducía a cuatro manos o a dos pianos. Así se estrenaron algunas sinfonías de Beethoven, Aniceto Ortega y Tomás León. Incluso Julio Ituarte, en alguna ocasión, llegó a realizar un concierto ¡a ocho pianos a cuatro manos!
Piano Collard& Collard, 1843. Londres. Colección particular DirectorCarlos Esteva.