ECOS DE MÉXICO
JULIO ITUARTE
Don Julio Ituart Ituarte fue uno de los primeros virtuosos notables que tuvo México, Pianista de altos vuelos, ayudó en la República restaurada al establecimiento de la vida musical, lo mismo como maestro de piano que como que como director de coros de aficionados que una y otra vez dirigió en conciertos
populares. Ya su fama era legendaria por haber sido el primer pianista mexicano en tocar de memoria. Con sus Ecos de México Ituarte ingresó en definitiva a la historia musical de México. Con arte de orfebre, con imaginación pianística y con afán de lucir al ejecutante, imaginó este capricho de concierto cuyas melodías, una por una, despertaron en sus escuchas la más profunda añoranza y el más vasto de los orgullos nacionales. El atole, el palomo y el butaquito; el guajito, de famosos versos antifranceses, el murciélago, galán incógnito en noche lóbrega, los enanos que a su nana pellizcaron y otros temas más, resuenan en esta obra singular que sintetiza como ninguna la tradición pianística del siglo XIX con la música vernácula, con los sones del país que, hoy como ayer, todos conocemos y reconocemos. Engarzados en brillantes despliegues técnicos cuyas escalas y arpegios semejan la plata de alguna joya, las gemas preciosas de estas melodías transitan, una a una, felizmente invocadas por Ituarte. Y a media pieza, en medio de aquella cascada de virtuosismo y evocación, surge un remanso de tranquilidad cuya melodía, si se presta atención, habrá de traer a todos una sonrisa a la par de su reconocimiento.
R.M.